HISTORIA DE LA TIFORIDEA
María Tifoide
Mary Typhoid | |
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Ilustración de Mary Mallon en un periódico de 1909. | |
Nacimiento | |
Fallecimiento | |
Otros nombres | Mary Brown |
Biografía
Mary Mallon (Cookstown, Irlanda del Norte, Reino Unido; Nacio el 23 de septiembre de 1869 - Nueva York, Estados Unidos; Murio el 11 de noviembre de 1938), más conocida como María Tifoidea o María la Tifosa (Typhoid Mary, en inglés), fue la primera persona en los Estados Unidos a la que se identificó como un portador sano de los patógenos asociados con la fiebre tifoidea. Se presume que infectó a 53 personas, tres de los cuales murieron, en el transcurso de su carrera como cocinera. Fue puesta en cuarentena en dos ocasiones por las autoridades de salud pública, y murió después de casi tres décadas en cuarentena total.
En el año 1900, trabajó en una casa en Mamaroneck, Nueva York. En menos de dos semanas, los residentes contrajeron fiebre tifoidea. Se mudó a Manhattan en 1901, y los miembros de la familia para la que trabajó desarrollaron también la enfermedad. A continuación, pasó a trabajar para un abogado hasta que siete de los ocho miembros de la familia desarrollaron la fiebre tifoidea.
En 1906, se afincó en Oyster Bay, Long Island. En dos semanas, seis de los once miembros de la familia para la que trabajaba fueron hospitalizados con fiebre tifoidea. Cambió sucesivamente de empleo, contagiando a los habitantes de otras tres casas. Murió en cuarentena a la edad de 69 años, a causa de una neumonía.
Se cree que su Madre tuvo fiebre tifoidea durante el embarazo.
Los primeros trabajos que desempeñó fueron como sirvienta doméstica, pero gracias a sus dotes culinarias paso a ser cocinera, trabajo mucho mejor pagado que el de sirvienta. Sin embargo, pese a ser buena en su oficio, cierta aura de desgracia la seguía. En 1901, un amigo de la casa donde ella era cocinera, contrajo la enfermedad y un mes más tarde la lavandera de la familia también enfermó de tifoidea. En 1902 María se empleó en otra casa. Pocas semanas después enfermaron la lavandera de la familia y siete miembros de la casa. En 1904 se mudó de ocupación. Tres semanas después de su llegada a la nueva casa aparecieron cuatro enfermos de tifoidea.
En el verano de 1906, fue contratada por Charles Henry Warren como cocinera en la casa de veraneo, para él y su familia. El día 27 de agosto una de las hijas de Warren se enfermó con fiebre tifoidea. Pronto su esposa, otra hija, dos sirvientas y el jardinero cayeron enfermos también, haciendo un total de seis enfermos de las once personas que vivían en esa casa. Los dueños de la casa preocupados, claro está, porque no iban a poder alquilar la casa nuevamente, contrataron algunos investigadores para identificar la causa del brote de fiebre tifoidea pero no hallaron nada.
Como Mary conocía el aura de desgracias que le seguía, abandonó la casa y fue a servir a otra familia, donde quince días después enfermó la lavandera. En 1907 llegó a servir a una familia en la ciudad de Nueva York, y dos meses después de su llegada se presentaron dos casos de tifoidea en la familia, pereciendo uno de los enfermos. sin embargo la obstinación de su antiguo jefe, Charles Henry Warren no había disminuido, contratando para las pesquisas a George Soper, lo cual supuso un nuevo enfoque y un avance significativo de la investigación, este ingeniero era conocedor de que la fiebre tifoidea se puede propagar mediante la ingesta de agua o alimentos contaminados y dado que no había contaminación de las fuentes de abastecimiento de agua potable de la casa, concluyo que la fuente de infección tendría que haber provenido de uno de sus habitantes.
Pronto las sospechas recayeron sobre la cocinera, por lo que investigo sus trabajos anteriores, descubriendo que entre 1900 y 1907, Mary había trabajado en 7 casas, de las cuales 26 personas habían enfermado de fiebre tifoidea, una de las cuales (una niña) falleció por ello. Su pasó por diferentes familias que enfermaban al poco tiempo de su llegada, le obligaba a ir de familia en familia, en una huida hacia delante, lo que contribuyó a que la enfermedad se extendiera aún más. Con esas pruebas, Soper fue a ver a Mary a la que responsabilizo de haber enfermado a tanta gente, exigiéndole muestras de orina, heces y sangre.
Aunque Soper no se rindió y volvió otra vez con un doctor, fueron igualmente despedidos de malas maneras por la furibunda Mary. Rendido, Soper informó al Departamento de Salud de New York, el cual designó a la doctora Sara Josephine Baker, la cual, junto con 5 policías fueron a pedir las muestras a Mary. Ésta, desconfiando abiertamente y ya puesta sobre aviso, los recibió encerrándose en su casa. Cuando lograron entrar en la vivienda, no la encontraron, pues se había escondido en la de una vecina. Lo cual no sirvió de nada, sino para aumentar el afán persecutorio del engranaje municipal de la ciudad. Cuando fue capturada y debido a su falta de cooperación, Mary fue llevada a la fuerza a un hospital, donde los análisis revelaron que era portadora del bacilo de la tifoidea. El juez, sin embargo finalmente falló a favor del Departamento de Salud y de María fue enviado de vuelta a su aislamiento de la isla.
Tras esto y en virtud de las facultades otorgadas en la Carta Magan de Nueva Yor en sus artículos 1169 y 1170, el Departamento de Salud la confino en cuarentena en un hospital ubicado en la Isla del Norte Hermano, siendo analizada periódicamente, descubriéndose que si bien tenía periodos en los cuales no daba positivo a la tifoidea, la mayor parte del tiempo (120 de 163 muestras) si contenían el bacilo de Eberth. Nuevos estudios señalan a esta portadora, Mary Mallon, como la causante de una epidemia hídrica de tifoidea ocurrida en 1903 en Ithaca, Estado de Nueva York, con un total de 1.300 casos.
A los 2 años de iniciada la cuarentena, Mary Mallon demandó al Departamento de Salud, alegando que análisis privados hechos por sus doctores revelaban que no tenía el bacilo. El juicio fue favorable al Departamento de Salud, por lo que Mary, ahora conocida como Mary Tifoidea gracias a la notoriedad que había alcanzado el caso en la prensa, tuvo que permanecer 1 año más en cuarentena.
Se sabe que George Soper intento un acercamiento amistoso con Mary en el hospital que fue rechazado enérgicamente por ella, ya que lo consideraba el culpable de sus males. El 19 de febrero de 1910, un nuevo y más benevolente comisionado de salud, le dio la libertad a Mary, con la condición de no trabajar de cocinera dado el riesgo de transmisión que implicaba. Ella, desesperada por salir de su encierro, acepta estos términos y condiciones, firmando una declaración jurada comprometiéndose.
Se sabe que George Soper intento un acercamiento amistoso con Mary en el hospital que fue rechazado enérgicamente por ella, ya que lo consideraba el culpable de sus males. El 19 de febrero de 1910, un nuevo y más benevolente comisionado de salud, le dio la libertad a Mary, con la condición de no trabajar de cocinera dado el riesgo de transmisión que implicaba. Ella, desesperada por salir de su encierro, acepta estos términos y condiciones, firmando una declaración jurada comprometiéndose.
Así María la Tifosa se perdió en el anonimato de la gran ciudad, intento rehacer su vida trabajando de lavandera, sin embargo, acuciada por la necesidad, ya que su escasos estudios le impedían encontrar un trabajo digno y ella sabia por un lado que el oficio de cocinera conllevaba unas mejores condiciones de trabajo y mejor renumeración, mientras que por otro lado, se creía victima de una injusticia, ya que ella no se sentía enferma, ni capaz de contagiar a nadie. Es por ello que en 1914, Mary Mallon bajo el pseudónimo de Mary Brown, entró a trabajar en el Hospital Sloane de mujeres en Nueva York. Al poco, entre enero y febrero de 1915 se presentó un brote epidémico de tifoidea con un total de 25 casos y 2 muertos. La cocinera huyó. Nuevamente las investigaciones apuntaron a la cocinera, descubriéndose que se trataba de Mary Mallon.
Esta vez la opinión pública estuvo en su contra, pues si bien Mary no creía que ella estuviera enferma, había incumplido su promesa a las autoridades y por extensión a los ciudadanos, si a eso le añadimos en su contra, el hecho de haber usado un pseudónimo con el fin de engañar, pues se sabía culpable de lo que hacia y pese al riesgo que conllevaba esta acción, volvió a trabajar de cocinera, sin importarle las consecuencias.No es difícil adivinar que esta vez fueron mas duros con Mary, siendo confinada a cuarentena de por vida. Sin embargo Mary logró trabajar en el hospital donde estaba recluida, primero como asistente y luego como técnica de laboratorio.
Lo paradójico de todo esto es que "María la Tifosa" no falleció por tifoidea, sino por una neumonía producida tras llevar seis años paralizada en cama por un derrame cerebral. El 11 de noviembre de 1938, a los 69 años, murió en una cama del hospital donde cumplía su cuarentena. Fue infecciosa todavía el día que murió: una autopsia encontró pruebas de bacterias de la fiebre tifoidea vivas en su vesícula biliar. Su cuerpo fue incinerado y las cenizas enterradas en el cementerio de Saint Raymond, en el Bronx.
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