lunes, 22 de octubre de 2012

Ahogamientos

Octubre de 2012

Organización Mundial de la Salud

OMS 


"Ahogamiento" se define como el proceso de sufrir dificultades respiratorias por sumersión/inmersión en un líquido, con resultados que se clasifican en: muerte, morbilidad y no morbilidad.



Datos y cifras

  • Los ahogamientos son la tercera causa de muerte por traumatismo no intencional en el mundo y suponen un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos.
  • Se calcula que en el mundo mueren cada año por ahogamiento 388 000 personas.
  • Es posible que las estimaciones mundiales subestimen notablemente la magnitud real del problema de salud pública que suponen los ahogamientos.
  • El riesgo de ahogamiento es mayor en niños, varones y personas con fácil acceso al agua.

Alcance del problema

En 2004, según las estimaciones, murieron por ahogamiento 388 000 personas, lo que hace de ello un gran problema de salud pública en todo el mundo. Los traumatismos suponen cerca de un 10% de la mortalidad mundial total, y el ahogamiento, que es la tercera causa más importante de mortalidad por traumatismo no intencional, representa un 7% de todas las muertes relacionadas con traumatismos.
Todas las economías y regiones del mundo sufren mortalidad por ahogamiento y soportan la correspondiente carga, aunque:
  • en los países de ingresos bajos y medios se concentra el 96% de las muertes por ahogamiento no intencional;
  • más del 60% de los ahogamientos del mundo se producen en las regiones del Pacífico Occidental y de Asia Sudoriental;
  • los índices de muerte por ahogamiento alcanzan su máximo en la Región de África, donde multiplican por más de ocho los de Australia o los Estados Unidos de América (EE.UU.);
  • China y la India presentan índices especialmente altos de muerte por ahogamiento: entre ambos concentran el 43% de la mortalidad mundial por esta causa y el 41% del total mundial de AVAD (años de vida ajustados en función de la discapacidad)1 perdidos a resultas de ahogamientos.
  • Aunque los datos son escasos, varios estudios contienen información sobre las consecuencias económicas de los ahogamientos. En los EE.UU., un 45% de las personas muertas por ahogamiento forma parte del segmento económicamente más activo de la población. Sólo en este país, los ahogamientos en aguas litorales entrañan costos directos e indirectos por valor de US$ 273 millones al año. En Australia y el Canadá, el costo total de los traumatismos por ahogamiento es, respectivamente, de US$ 85,5 millones y US$ 173 millones al año.
Sexo
Los varones, con un índice global de mortalidad que duplica el femenino, están especialmente expuestos al riesgo de ahogamiento. También tienen más probabilidades que las mujeres de ser hospitalizados por un episodio de ahogamiento no mortal. Los estudios indican que ello se debe a una mayor exposición al agua y a prácticas más arriesgadas, como los baños en solitario, a veces tras consumir alcohol, o la navegación.
Acceso al agua
Tener mayor acceso al agua es otro factor de riesgo. Las personas que se dedican a la pesca, ya sea industrial o de subsistencia, tanto más si utilizan botes pequeños, como ocurre en los países de ingresos bajos, están más expuestas al ahogamiento. Los niños que viven cerca de puntos o cursos de agua al aire libre (acequias, estanques, canales de irrigación, piscinas…) corren especial peligro.
Otros factores de riesgo
Existen otros factores vinculados a un mayor riesgo de ahogamiento, por ejemplo:
  • en muchos países el riesgo puede guardar relación con una mala situación socioeconómica, la pertenencia a una minoría étnica, la falta de educación superior o el hecho de vivir en un medio rural;
  • el hecho de dejar a un lactante desatendido o con otro niño en la bañera;
  • barcos poco seguros o sobrecargados de pasajeros, carentes de dispositivos flotantes;
  • consumo de alcohol cerca o dentro del agua;
  • ciertas enfermedades, como la epilepsia;
  • inundaciones y otros sucesos cataclísmicos,  como los maremotos. 
La legislación también puede formar parte de las estrategias de prevención. Por ejemplo, la obligatoriedad de vallar el perímetro de charcas o piscinas puede reducir el riesgo de ahogamiento. Sin embargo, en este terreno las leyes y reglas no bastan. En general, para lograr una reducción efectiva de los índices de ahogamiento también hay que velar por el debido cumplimiento de las reglas y verificar los sistemas de vallado.





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